lunes, 14 de julio de 2008

IM MEMORIAM

Era uno de esos «pablo vivo hoy». La última vez que nos encontramos fue en abril de este año. Se notaba que no estaba muy bien. Pero me alegró que se acordaba perfectamente de mí. Recuerdo que la hermana que lo acompañaba, le dijo: «Miré, D. Julián, es Pepe». Y el respondió: «Ya, mi amigo, el paulino». Para mí fue siempre referente en todo aquello que tenía que ver con el ecumenismo. Con razón era conocido y llamado por muchos de nosotros, «padre del ecumenismo español».

Era, es, porque sigue vivo en la compañía eterna de Dios Padre y en el corazón de muchos, D. Julián García Hernando. Todavía no puedo creerme que nos dejará el día 30 del pasado mes de junio. Fecha en la que en la Familia Paulina recordamos a nuestro Padre san Pablo. Sin duda el primer precursor del ecumenismo.

D. Julián había nacido en Campaspero (Valladolid) el día 16 de marzo de 1920. Pertenecía a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, fundados por Mosem Domingo y Sol. Más de 50 años de su vida los pasó tendiendo puentes de esperanza y unión entre las distintas confesiones cristianas. Fue Director del Secretariado Nacional de Ecumenismo y de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales.

Sacerdote afable, cercano, comprensivo, con un gran espíritu de acogida y sentido del humor, su espíritu y su carisma sigue vivo en el Instituto de las Misioneras de la Unidad, fundado por él en 1962. Ahora nos acompaña desde el cielo y nos ayudará a que hagamos factible el milagro de la unidad de los cristianos.

Lástima que no me pude despedir de él, pues me encontraba en Roma. Pero, mi corazón estaba muy cerca del Centro Ecuménico de las Misioneras de la Unidad en la madrileña calle de José Arcones Gil, muy cerquita de mi casa.

Desde este humilde blog, simplemente queremos rendir un pequeño homenaje y un sentido recuerdo, hacia aquel que nos enseñó a atravesar muros y tender puentes a los hermanos de otras confesiones.

Querido D. Julián siempre estarás presente en nuestro corazón y en nuestra oración.

No hay comentarios: